lunes, 26 de marzo de 2012

EL CANDADO

Hablaba y hablaba, y hablaba. Y venga hablar…

Hasta que un día le cerraron la boca con un candado. Pasaron unas cuantas semanas, echaban en falta sus palabras. Así que llegaron a la conclusión de que lo mejor sería quitarle el candado decidió no hablar tanto para que no se lo volvieran a poner. Las personas del pueblo se pusieron muy contentas de que ya no estuviera hablando todo el día y a todas horas, así que le organizaron una fiesta sorpresa. Eran las10:30 de la noche cuando Paco, el hablador, abrió la puerta de casa y se encontró a toda la gente del pueblo, ¡se puso muy contento!

El alcalde del pueblo le regaló una copa de oro. Porque ya no hablaba tanto, pero el chico se enfadó porque creyó que esa fiesta era para burlarse de él ya que prácticamente no le dejaban hablar.

Paco echaba de menos el hablar todo el rato y se fue a otro pueblo donde comenzaría una nueva vida.

MIGUEL ALEGRE

No hay comentarios:

Publicar un comentario