CUENTO TONTO DE UN
CIEMPIÉS A QUIEN NOMBRARON CARTERO
Capítulo II: OTOÑO
En estas y otras cosas,
pasó pronto el verano
y apareció el otoño
sin flores y mojado.
Nuestro Ciempiés seguía
feliz y atareado
distribuyendo cartas,
cumpliendo mil encargos,
sin importarle un pito
lloviznas ni chubascos.
Su esposa se enfadaba:
¡Cálzate al fin, so zafio!
¿No ves que tiempo hace?
¿Que está lloviendo a jarros?
-
Déjate de
pamplinas!
Siempre
sermoneando…
-
Verás tú cómo
acabas
Cogiendo
un buen catarro.
-
Pues tomo una
aspirina
Y
está todo arreglado.
- ¡Cabezota!
- ¡Pelmaza!
-
¡Que te zurzan!
- Me marcho.
Y si llueve, que llueva…
si me pilla debajo,
ya verás cómo vuelvo
de limpito y de guapo
con la ducha…
-
¡Gamberro!
Ya me estoy figurando
Cómo vas y te metes
En toditos los charcos…
-
¡Por mi abuelo,
que aciertas!
¿No ves que así me lavo
los pinreles?... Y, ahora,
ahí te quedas, encanto.
Y, marcándose un chotis,
Se las pira tan ancho.
Cuentos tontos para
niños listos. Ángela Figuera Aymerich. Ajonjolí
CEIP Francisco Galiay Sarañana. Curso
2013-2014. Ballobar
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