LA TOS DE MI MUÑECA
Como mi linda muñeca
tiene un poquito de tos,
yo, que enseguida me aflijo,
hice llamar al doctor.
Serio y callado a la enferma,
largo tiempo examinó,
ya poniéndole el termómetro,
ya mirando su reloj.
La muñeca estaba pálida,
yo temblaba de emoción,
y al fin el médico dijo,
bajando un poco la voz;
esta tos sólo se cura
con un caramelo o dos.
(Germán Berdiales)
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