COPLAS A LA MUERTE DE SU PADRE
I
Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
III
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
allegados, son iguales
los que biven por sus manos
y los ricos.
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
allegados, son iguales
los que biven por sus manos
y los ricos.
XL
Así, con
tal entender, todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su muger
y de hijos y de hermanos
y criados,
dio el alma a quien ge la dio,
el cual la ponga en el cielo
en su gloria,
que aunque la vida perdió,
dexó harto consuelo
su memoria.
Jorge Manrique (Paredes de Nava –Palencia- 1440-1479). Poesía medieval tomada del documento de la Real Academia de la Lengua según la edición de Vicente Beltrán.
Coplas a la muerte de su padre (RAE)
El poema, dedicado a su padre el Maestre Don Rodrigo, lo componen 40 coplas escritas en octosílabos con versos de pie quebrado. (Sólo hemos puesto 3)
Información en Wikipedia
La ortografía de algunas palabras responde al castellano del Siglo XV, época en la que vivió Jorge Manrique.
Paco Ibañez canta las coplas de Jorge Manrique
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