CONTINUAMOS CON LAS POESÍAS MEDIEVALES
Los Romances son poemas "epico-líricos" que se cantaban, acompañados a veces con algún instrumento.
ROMANCE DE LA LOBA PARDA
Estando yo en la mi
choza
pintando la mi
cayada,
las Cabrillas altas iban
las Cabrillas altas iban
y la Luna rebajada;
mal barruntan las ovejas,
mal barruntan las ovejas,
no paran en la
majada.
Vide venir siete lobos
Vide venir siete lobos
por una oscura
cañada.
Venían echando suertes
Venían echando suertes
cuál entrará a la
majada;
le tocó a una loba vieja,
le tocó a una loba vieja,
patituerta, cana y
parda,
que tenía los colmillos
que tenía los colmillos
como punta de
navaja.
Dio tres vueltas al redil
Dio tres vueltas al redil
y no pudo sacar
nada;
a la otra vuelta que dio,
a la otra vuelta que dio,
sacó la borrega
blanca,
hija de la oveja churra,
hija de la oveja churra,
nieta de la
orejisana,
la que tenían mis amos
la que tenían mis amos
para el domingo de
Pascua.
—¡Aquí, mis siete cachorros,
—¡Aquí, mis siete cachorros,
aquí, perra
trujillana,
aquí, perro el de los hierros,
aquí, perro el de los hierros,
a correr la loba
parda!
Si me cobráis la borrega,
Si me cobráis la borrega,
cenaréis leche y
hogaza;
y si no me la cobráis,
y si no me la cobráis,
cenaréis de mi
cayada.
Los perros tras de la loba
Los perros tras de la loba
las uñas se
esmigajaban;
siete leguas la corrieron
siete leguas la corrieron
por unas sierras
muy agrias.
Al subir un cotarrito
Al subir un cotarrito
la loba ya va
cansada:
—Tomad, perros, la borrega,
—Tomad, perros, la borrega,
sana y buena como
estaba.
—No queremos la borrega,
—No queremos la borrega,
de tu boca
alobadada,
que queremos tu pelleja
que queremos tu pelleja
pa' el pastor una
zamarra;
el rabo para correas,
el rabo para correas,
para atacarse las
bragas;
de la cabeza un zurrón,
de la cabeza un zurrón,
para meter las
cucharas;
las tripas para vihuelas
las tripas para vihuelas
para que bailen las
damas.
Anónimo
Recogido en Flor
nueva de romances viejos.
Ramón Menéndez Pidal. Ed. Austral
En este enlace se puede escuchar cantado por Joaquín Díaz, probablemente el folklorista más importante de nuestro país.
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