Caperucita y los lobos.
Las caperucitas rojas
siempre van cogiendo flores
tan hermosas como ellas,
lindas flores.
Las caperucitas rojas
nunca siguen el sendero
derechitas derechitas
el sendero.
Las caperucitas rojas,
se enamoran de los lobos
que les cuentan cuatro cosas
de los lobos.
Y los lobos que devoran
cuando pueden abuelitas
y se visten y se atusan
de puntillas
y así engañan, esos lobos,
a rojas caperucitas
que visitan a abuelitas
enfermitas,
esos lobos engañosos,
guapos, listos, altos, ricos,
caperucitas se zampan
ricas, ricas.
Y los buenos cazadores
bien armados, bien armados,
nunca cazan a esos lobos
desarmados
pero listos, guapos, altos,
pero guapos, altos, listos,
pero listos, altos, guapos,
pero ricos.
Jesús Munárruz. Con pies pero sin cabeza. Ajonjolí.
Enhorabuena chicos, me gustó mucho trabajar esta poesía con vosotros.
ResponderEliminar¡La semana que viene a por más!
Me alegra escuchar este poema de Jesús Munárriz, que visitó Ballobar hace años, en vuestras voces.
ResponderEliminarLa poesía crece si se recita, canta... Como dice el primer comentario: ¡a por más!