Hacer nuestro propio huerto es más fácil de lo que parece. Sólo necesitamos un mínimo de espacio, un poco de tiempo y mucha ilusión.
Cultivar según los principios de la agricultura ecológica nos puede facilitar la tarea a la vez que obtendremos productos de gran calidad, saludables y sabrosos, elaborados de forma respetuosa con el medio ambiente y optimizando los recursos propios del territorio.
Se trata de aprovechar las técnicas de la agricultura tradicional junto a formas de lucha pasiva y otras estrategias sin emplear productos químicos ni organismos genéticamente modificados.
Trabajaremos el tema del huerto de una forma didáctica y vivencial, comprobando in situ el crecimiento y desarrollo de los productos. Participando del cuidado y compartiendo conocimientos, experiencias y responsabilidades.
Las tareas realizadas hasta ahora han sido: la preparación de la tierra, la plantación y/o siembra de los producto y riego procurando que se mantenga una humedad constante.
Puesta de carteles con el nombre de las diferentes hortalizas. Se lleva a cabo un diario del huerto con las tareas que hacemos y anotando los cambios que se van produciendo respecto a los cultivos.
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